Entre el deseo de tranquilidad y las broncas de siempre, las broncas cotidianas. Ya no quiero vivir así, amargado, miserable. Que la vida es muy corta para ser miserable. Eso leí ayer. ¿Soy miserable yo en esa oficina, soportando los cambios de ánimo de la gorda de mierda?
Que sea una semana de menos iras, de menos malestar. Dejar de lado los enquistes (uso mucho esa palabra, enquistes).
*
El tic en el párpado del ojo izquierdo no me deja tranquilo. Despierto de mal humor. He sufrido insomnio anoche. Voy a enviar un cuento al taller sólo por enviarlo, sólo porque sí. Mi cuerpo aún no adquiere mejor forma, sigo bebiendo vino en las noches, sigo gordo. Y las amistades y los proyectos, todo me enoja, broncas aquí y allá.
Le he dicho a mamá que tomaré una semana de vacaciones en febrero, y me sugiere que hubiese esperado, dice que quiere venir. Con qué dinero. Si ahorro será para viajar yo a Europa.
*
Un poco más tranquilo. Aunque los párpados sigan moviéndose en momentos de estrés. O eso digo yo, que son momentos de estrés. Dejaré la cafeína. Tal vez sea sólo por hoy. Mañana en el desayuno de trabajo tal vez tome café. No debo.
He llevado un cuento al taller. Le han corregido aspectos formales. Algunos compañeros me han felicitado.
En la cama, el deseo. Ahora un poco empiezo a obsesionarme con uno. Por ahora es enamoramiento. Sólo lo había visto en la calle, cuando caminaba yo del subte a la oficina. Ayer me lo crucé en el tren mismo. Lo miré a los ojos. Sólo un segundo. No quise ser evidente. El me vio, estoy seguro. No pasó nada. Cruzó el molinete de la salida atrás de mí. Me vio. Siempre viste ropa oscura. Un sweater un tanto raído en las mangas. Cara fuerte, piel blanca, pose de varón, alto, barba de tres días, aspecto limpio, arete en la oreja izquierda.
*
Ayer la gorda (mi jefa) le ha dicho “inútil” a una compañera. Se lo ha dicho y no ha pasado nada, la cosa ha seguido como si nada. Le decía algo de los correos electrónicos y soltó: “no sabés cómo responder a todos, ¡qué inútil!”. Continue reading “En el diario, primavera”