Que me incomoda la mierda en las calles. Que no puedo escribir más ficción por estos días, porque esa obra se lleva todo de mí. Los días pasan sin pena ni gloria. Hasta que estrenemos. Entonces tendré algo para mostrar. Un trabajo. Pronto filmaré escenas para un reel, y así poder promocionarme como actor con acento del Río de la Plata. No hago más que escribir sobre mí. Y ahora algo sobre lo que opino. Sobre esa obsesión de los humanos con domesticar especies, las calles llenas de mierda de perro, y la gente con sus mascotas. Y los gatos, en cada departamento al que vas. ¿Y qué hay de malo con vivir solo? La creencia de que es mejor estar acompañado. Eso noté hace poco, eso he visto en los comentarios de algunas personas.
Ahora puedo pagar una vivienda, un departamento, me mantengo solo, tengo mis ahorros, y gasto en lo que quiero. En lo que puedo, es cierto. Pero es mi dinero. Incluso puedo darme el lujo de prestar un dinerillo a la realización del proyecto. Luego me lo devolverán. Luego cobraré también. Aunque no sea mucho. Espero que vengan buenas épocas.
Mamá cumple años el otro mes. Pienso en las cuentas. Y pienso en todo un poco. Escribo. Para sacarme tanto tormento, tanta idea. El ojo sigue hinchado. Escribo.
¿Y qué tiene de malo estar solo, si uno está tranquilo? A veces me llega la necesidad de amor, de un cuerpo, de la ternura y de compartir. Pero por ahora estoy bien. Para qué apurarme y desear, si no estoy en el momento correcto. Cada cosa a su tiempo. Tal vez le pregunte al I-Ching si se estrenará la obra. Como por jugar. Debo ver escenas para el reel, a ver qué filmo. Mañana me dedicaré a eso.
Y mamá, en Macondo. La llamaré. Le diré que la quiero. Le diré que si necesita algo, cuenta conmigo. Aunque ya lo sabe. Quisiera ir a verla. ¿Me regalará papá un pasaje, si se lo pido? No lo creo. Soy un hombre de 33 años. Cumpliré 34. Debo pagar mi vida. ¿Y a dónde irme? ¿A dónde migrar? ¿En dónde ser el actor que quiero ser?
Y la mierda de perro, en las calles. En las calles duermen personas también. Ves a los inmigrantes, de Venezuela, en las esquinas, los ves con sus bicicletas, apostando a lo que pueden, llevar comida a domicilio. Y todos los días, ir a trabajar. Estar protegido: estoy protegido. Ir al médico. Obtener mis pastillas, mi tratamiento. Seguir. Aunque mi jefa sea una conchuda, una mala tipa, de malas formas, agresiva y resentida, soberbia. Y aunque yo trate de ser mejor cada día, de superarme, y aunque intuya, aunque tema que no lo logro, que me gana el miedo, la violencia. Aunque tema, intento.
¿Cuándo estaré mejor? Ya he mejorado. Vine hasta acá. Logré esto. No es poco. Han sido dos años. Lo pienso ahora: cumpliré dos años en Buenos Aires. Quien dice dos dice once. Claro. De los once, pasé dos en Colombia, de donde soy. Seré más claro: vine en 2008. Me fui en 2015. Y volví en 2017, de nuevo, porque el proyecto de trabajar en televisión marchó más lento de lo esperado. Algo hice, pero no pude mantenerme. Y ahora soy un vendedor. Trabajo en una oficina. Ensayo una obra. Voy a una clase de danza. A veces corro en el gimnasio, a veces nado. Voy al taller de escritura. Y me pregunto cómo ha pasado todo tan rápido, en qué momento.
Cuanto más lo pienso, más me indigno. Hoy tal vez hable con Dante. Más siento odio. Dejarlo ir. Entre sueños me decía: no te resistas. Tal vez vaya a casa de Dante y charle un poco.
Ya he presentado mis disculpas. No puedo hacer más. Es la mejor actitud. ¿Y ahora? No dije nada que no fuese cierto: no quiero trabajar más con él y con esa mujer. Pobre tipo torpe. Lo pienso y me indigna.
Y entonces, la ira. De nuevo. La frustración de mi ego. Dejarlo ser. Let it be.
No no escribo más que estas líneas.
Espero que sane lo de mi ojo pronto. Espero amanecer bien mañana para ir al ensayo. Tomármelo con calma. Hacerlo leve. Lo que menos esfuerzo me traiga.
En verdad, me pone triste que no hayan contestado. Ya pasará. Me pone triste esta situación, toda esta etapa. Ya pasará. Es cuestión de dejarlo ir.
Tal vez pueda escribir algo sorbe los vecinos. Hubo una telenovela en Colombia que trataba de eso, de una vecina que se obsesionaba con un tipo. Ese país. La televisión ahí. El realismo. Actuar. Mañana iré a ensayar. Me he encontrado a un vecino cuando subía. A dos. Pero me encontré al chico apuesto, rubión. Tiene novia. Vive con una mujer. En el segundo piso. Y entonces se me ocurre escribir algo sobre dos vecinos que se aman. Tal vez cuando termine el montaje, la obra, pueda entonces dedicarme a redactar más, como antes.
¿Será mi voz escuchada algún día? ¿Y qué es lo que tengo para decir, para expresar? Es el ser mismo, que pide liberarse, el grito ansioso, desesperado y desgarrado, el dolor mismo de la vida, de nacer, de desprenderse acaso de otra cosa, para pasar a otra, como si estuviese anclado en el punto doloroso. ¿Y cómo encontrar cauce? ¿Cómo no traumatizarme, dejar atrás el dolor? Y no mirar atrás, seguir, con la seguridad de quien sabe a dónde se dirije.
Vuelvo: ¿qué tengo para decir? ¿Qué tengo para contar, para expresar?
Y el romanticismo, el romance. No puedo dejar que la nostalgia gane, la nostalgia y el miedo.
Abrazos mi querido anónimo. Tan fiel a la rralidad.
LikeLiked by 1 person
Meav. Tanto tiempo. Qué lindo saber de ti. ¿Cómo estás? ¿Qué pasa con tus líneas?
LikeLike
Hay epidemia de dengue en mi país, semanas terribles. Hoy amanecí mejor. Tambien ordenaré mi blog. Si tienes tiempo lee algo que escribo en gilgamesg2020. ¿Tienes instagram? Amo cuando respondes, cuidate.
LikeLike
Meav. Me pasaré por ese blog que me dices. Tremendo lo de la epidemia. Espero estés bien. No uso Instagram. Por ahora. Te mando un abrazote. Gracias por siempre volver. Buen fin de semana 🙂
LikeLike
Hasta hoy leo tu mensaje. Estoy mejor. Abrazos cariñosos.
LikeLike
Fuerza y que todo sane pronto y bien. Abrazo.
LikeLike
Coincido con la molestia de la caca de perro por la calle. Es asqueroso. Pero parece que a la gente no le importe caminar esquivando heces de perro. En cuanto a la actuación, si pudo Daniel Pacheco, vos podés también! Suerte con todo!
LikeLike
Jajaja. Lo busqué en google a ver quién era, jejeje. Gracias, Isa. Y digamos que no es sencillo. Pero tanto va el cántaro al agua… ¡Un saludo!
LikeLike
Pero no me digas que no miras El marginal! Está en TVP y también en internet y desde hoy también la tercera temporada se encuentra en Netflix. Su personaje es James ‘El colombia’, uno de mis preferidos de la serie.
LikeLiked by 1 person
Vi sólo la primera temporada, Isa. Pero no lo tenía de nombre. ¡Buen fin de semana! 🙂
LikeLiked by 1 person