Buenos Aires, un año, el sentido y vivir de a varios

perros-caniche-6

Los egos. Y el mío, claro, también. Los egos, el deseo de exposición, los demás. Y darme cuenta, y recordar que ya está en mí, eso me han dicho, que lo que no me gusta en los demás es algo que ya está en mí, y entonces me percibo sucio por ser humano, por tener esa o aquella característica.

*

Un año. Un año del suceso por el cual empecé a cambiar mi vida, un año del suceso que me dejó atemorizado, devastado, como otros, sí, pero este fue el campanazo mayor. Y no porque haya sido el más grave, pero vino seguido, además, de la muerte del abuelo, de mi paso por Macondo luego. Un año de que me dieran burundanga, por andar de fiesta solo en un sitio asqueroso en la Continue reading “Buenos Aires, un año, el sentido y vivir de a varios”

Escribir (o Violencia sistémica que se devuelve)

Obra de Maud Lewis

Esta necesidad de escribirlo todo, todo lo que me pasa. Y la contradicción de cuándo escribir ficción. Ayer veía Maudie, la película. Y aunque al final, cuando muestran imágenes de los verdaderos personajes, pude notar cuán adornado lo hacen los productores o los realizadores del gran cine, la película me hizo reflexionar sobre aquello de dedicarse todo el día a hacer arte. Cosa que he hecho por temporadas, siempre con la angustia de sentir que hago cosas que no valen la pena, y que debo ponerme en algún momento a conseguir dinero. Hoy, por ejemplo y para no ir más lejos. Hoy es domingo, y por eso me doy cierto permiso para saltar de archivo en archivo y escribir una cosa aquí, y otra cosa allá. También porque no anda el internet. Entonces no puedo buscar trabajo en esas páginas, a las que no he entrado desde hace unos días. Me doy permiso, sin tanta culpa. Y digo “tanta”, porque algo de angustia siempre hay igual. Siempre lo escribo, siempre pensando en la estabilidad.

Pero volviendo a la película: cuánto he deseado eso, simplemente dedicarme al arte. Pero en los momentos en los que lo he hecho, cuánta presión y cuán difícil enfocarse todo el tiempo en el oficio, como Maud, por ejemplo, que en algún momento (sí, después y a pesar de muchos tormentos) se dedicó a pintar todo el día, todos los días. Yo viviría actuando, con proyectos de teatro y tele, y escribiendo Continue reading “Escribir (o Violencia sistémica que se devuelve)”

Septiembre, mamá y deseo

Y ahora cómo perdonar. No es el hecho en sí, si no la idea de que mamá ha depositado más confianza en esos personajes, en su novio y en el hijo de su novio. Por diferentes razones lo digo. Aunque puede ser una creencia falsa, miedo. Igual me siento ofendido. El domingo pasado mamá salió a ver un partido de fútbol y a celebrar el cumpleaños de su novio, que era el lunes. Salió el domingo a eso de las cuatro y media de la tarde. Le pregunté si regresaba después de las doce. Me dijo que no. Pues regresó recién el lunes después de las once de la mañana. Y si yo no la llamo a las siete y media, quién sabe si ella me hubiese llamado. Continue reading “Septiembre, mamá y deseo”

Va de largo (o Mejor me callo, mejor sigo con los cuentos)

Y Buenos Aires ahí, en la mira. No sé si ya escribí esto. Ha sido un día de aquellos, como ya varios. Al final salió el sol. Mamá tendió la ropa que yo había metido de nuevo en la lavadora, después de que se mojara dos veces con agua de lluvia. Ahora salió el sol. ¡Solazo! Pero cuando desperté, nubes negras: listo, suficiente para que se me clave en el pecho el mal humor. ¿O habrá algo más ahí? Sospecho que hay miedo. Me ocupo en dejar ir, en relajarme, porque la preocupación, dicen, es la manera de atraer lo que uno menos quiere. Tal vez temo al futuro. Por más que es mi intención no hacerlo, descubro a mi mente intentando controlar: la cuestión financiera, el viaje a Buenos Aires, esa sociedad. Qué hacer: ir de vacaciones o quedarme un Continue reading “Va de largo (o Mejor me callo, mejor sigo con los cuentos)”

Por siempre, invierno

En este departamento se siente mucho la diferencia entre los domingos y los demás días. El domingo es más tranquilo, sin autos, sin ruidos. No salgo casi de aquí. El sábado fui por hierba. Y ha venido Katia un rato en la noche. Katia es una señora. Es la mamá de otra amiga que vive ahora en los Estados Unidos y con quien no me habló tanto. Katia dice que no debo pasar tanto tiempo a solas. Que soy un ser sociable y por eso amé tanto mi vida en Buenos Aires. Que debo ir a cursos o charlas, a lugares donde pueda conocer personas que tengan mis mismos intereses. Pero dice que comparte conmigo el desprecio por los códigos de los bogotanos o del grueso de los colombianos.

desnudos-en-bta

Todos los días hace frío. Noto una ligera mejoría, sale el sol con más frecuencia, se podría decir. Aunque todavía no se puede cantar victoria. Los del clima han dicho que las lluvias irán hasta mediados de diciembre. Se acerca esa fecha. Se acerca navidad, fin de año. Continue reading “Por siempre, invierno”

Todavía estoy cansado

Todavía estoy cansado, no tengo dinero, me duele la espalda, tengo ojeras, no he hecho ejercicio en dos días, y fumo marihuana para apalear la desazón. No pude pasar el fin de semana invicto. Quise. Pero el sábado en la noche después de comprar unos vinos, busqué a E. Lo desbloqueé. Le hablé. Me dijo que nos viéramos el domingo. El domingo hice ejercicio, comí, estuve toda la tarde nervioso, ansioso, esperando que E me dijera que venía a casa. Y así lo hizo. A las 11 de la noche del domingo fuimos por cocaína. Nos tomamos una cerveza en un bar horrible. (Debo cuidar mi energía, no debo ir a esos lugares). Fuimos a una licorera, E compró una botella de ron. Vinimos a casa. Y nos dedicamos a tomar, oler, ver pornografía y tener sexo. Cuando se nos terminó el ron, bebimos una botella de vino que yo tenía. Así, hasta las 11 de la mañana del lunes.

image24

Mientras tanto, mi madre no tiene con qué seguir pagándome el alquiler. Debo trabajar. No quiero ingresar a un medio de comunicación. La carrera de actuación va lenta. Ser periodista freelance no cubre ni el 30 por ciento de mis gastos… Así que debo trabajar. Entonces pienso en irme a Buenos Aires. Continue reading “Todavía estoy cansado”

Ayer en la noche (y toda esta semana)

Lo conocí por Internet (una norma en el mundo gay). Vino a casa. Se quedó a dormir. Tomamos vino, fumamos porro y comimos pizza. No me encantó: me gustan más grandes que yo. Pero estuvo bien seducir y ser seducido. Necesitaba un poco de intercambio de energía sexual. Y de fluidos. Sé que no es lo que busco. Obviamente tuve que estar drogado para hacer que se propiciara el morbo. Pensé, deseé y fantaseo incluso ahora con tomar cocaína  la próxima vez que lo vea. Pero no lo haré. No tengo el tiempo que requiere drogarse y luego recuperarse (la resaca).

jude4oct_g
Hace unas semanas me reuní con una editora de un medio en el que solía publicar artículos. Me recomendó un tema. Voy a escribir una nota. Ya he estado investigando. Escribo poco últimamente. Los cuentos están olvidados. Durante las últimas semanas he destinado mi energía creativa al teatro. Pero estos días ya descansé.

El sábado fue el último día de la temporada del monólogo. Continue reading “Ayer en la noche (y toda esta semana)”

Voltea, ojos brillantes

Por las noches, cuando salía a correr, escuchaba esa canción y pensaba en él, me imaginaba diciéndole “turn around, bright eyes”. Esa fisonomía: alto, rubio, velludo, fuerte por naturaleza. Voltea, ojos brillantes, llévame contigo, descansemos juntos, abrázame y déjame respirarte, respirarte mientras duermes.

https://www.youtube.com/watch?v=lcOxhH8N3Bo

Me agobiaba la desesperación. A mediados de 2015 decidí dejar Buenos Aires y venir a Bogotá a probar suerte. Allá trabajaba en la boletería de un teatro. El único proyecto artístico que tenía en camino era una obra con una compañera, pero no conseguimos quién nos dirigiera y ella no quiso continuar. Me pasaba seis horas al día sentado, encerrado en un lugar pequeño al que algún trabajador del teatro llamaba “la pecera”. Y cuando los transeúntes (muchos de ellos turistas) paraban a preguntar, yo debía venderles. Les hablaba a través de un micrófono y les ofrecía entradas al show. Yo estaba a la vista de todo el que pasara. Continue reading “Voltea, ojos brillantes”

De cómo casi cumplo mi fantasía

Curioso. Por un lado, la vergüenza; por el otro, encuentro increíble (y peligrosa) mi capacidad. Ya he escrito varias veces que hace mucho tiempo tengo la fantasía de estar con un heterosexual. Pero no he tenido dinero ni energía. Por supuesto, no cualquiera accederá, pero estoy seguro de que si busco bien, conseguiré algún chico que se deje tocar a cambio de unos centavos, o ¿por qué no? sin necesidad de pagarle.

images (1)

El miércoles, cuando terminó la fiesta a la que fui con la suegra de mi amiga Adela, me quedé bebiendo unas cervezas en un parque con dos chicos que trabajan en la barra de la discoteca en la que estábamos. En Bogotá cierran todo a las 2.30/3 de la mañana. Algunos lugares abren hasta las 5, pero no dejan entrar después de las 2. Y hay un par de discotecas que abren hasta las 8, pero no todos los días y los precios son astronómicos. Continue reading “De cómo casi cumplo mi fantasía”