Melancolía

Propensión a la melancolía. Tanta autoreferencialidad me va a matar, pienso antes de salir de la cama, cuando ya estoy deseando abrir este archivo y escribir estas líneas. Retomaré el blog. Tal vez sea ahí donde más pertenezco –esto también lo había pensado-.

Ayer hablé con un sujeto lo más de lindo a través de una de esas aplicaciones de citas. A través de Tinder, debería escribir. Pero siento que no es poético escribir Tinder (sin embargo, ya lo escribí dos veces). Le preguntaré sobre su preferencia en la cama, en los asuntos del sexo, porque si no somos compatibles, ¿para qué continuar?

Cuánto trabajo hay detrás de un proyecto, y luego todo termina. Aún siento el vacío, como si estuviera haciendo un duelo, como si no lo hubiera disfrutado como debí disfrutarlo. Porque fue un fracaso comercial, y he puesto dinero. Porque –por más que incluso en la peor de las funciones recibimos algún comentario positivo-, la temporada fue accidentada, y las cosas no salieron como a mí me hubiesen gustado. Sin embargo, quiero seguir actuando.

¿Debería verlo al chico de 24 años que trabaja como cajero en un Carrefour? Tal vez alivie un poco la necesidad de sexo con la que ando.

Retomaré el blog para decir –porque en esas aguas anónimas me muevo como pez en el agua-, que he cumplido un año sobrio, y vaya si el asunto merece celebrarse. Para decir también que le he puesto pausa a la terapia, y que, por más que sea cierto lo que dije, siento que fue injusto haber expuesto esos comentarios sobre la terapeuta ese día después de la función; porque, si nos atenemos a la verdad de los acontecimientos, me ha servido analizarme, y es un proceso que debo continuar.

Hablar de los demás continuamente. Con unos decir una cosa sobre los otros, con otros decir otras cosas sobre los unos.

¿Y cuánto tardaré en hacer otra obra? ¿Quiero hacer otra obra? No hay apuro, dice Áspora. Sí que lo hay. Los actores vivimos boyando entre proyecto y proyecto. Y sostener un proyecto propio es un ejercicio de esfuerzo supino. Esfuerzo que no sé si es compensado. ¿Para qué esta búsqueda de público constante, de ojos que miren, que lean? Y que la pregunta no impida la creación, y luego la publicación del hecho artístico.

He dejado las clases de danza, la terapia, y ahora termina la obra. Por más que una de las herramientas para mantenerse en pie, sobrio, es “mente y manos ocupadas”, siento que los últimos tres meses han sido demasiado intensos, y que debía parar.

Contemplo la idea de irme de viaje. No debería gastar, pero siempre es un lindo proyecto recorrer. Si tan sólo no tuviese la idea fija, la idea de actuar, si tan sólo no se me hubiese metido esta obsesión de hacer una carrera en el arte de actuar, entonces tal vez sería más libre, si fuese uno como esos que no tienen una vocación tan marcada. Lo digo de bocas para afuera; en realidad me considero un privilegiado.

Entonces, entro al chat, como buscando no sé bien qué, como sustituyendo, tal vez, sustancia por sexo. O movido, quién sabe, por la necesidad misma, el deseo.

Al final he consumido prostitución. O un masaje “con final feliz”. Qué más da. Por supuesto, me siento culpable. Y por supuesto, he quedado con la paranoia de agarrar cualquier cosa.

Obsesión y compulsión.

Si pudiera ser menos sexual.

*

A veces temo que todo esto sea nada más una etapa, como si estuviese conteniendo un volcán que va a hacer erupción. A veces creo que no es tan difícil tener la conciencia suficiente para hacerme “la película completa”, y saber que la ingesta de sustancias me dejará peor.

Aprender de nuevo a estar solo. Pero las pocas ganas que tengo de estarlo.

Ira, porque el sujeto que me parece tan lindo no contestó más y yo insistí. Ira porque tomo la respuesta del otro como una validación. Eso leía ayer y me hace sentido. Ira y frustración, porque sigo pensando en que fue un fracaso la obra que hice, en que llevar gente al teatro es una remada.

Y que sea difícil todo, conseguir compañía, estar en compañía, vivir de lo que quiero, mantener un equilibrio, y no poder lograrlo porque definitivamente con las sustancias ha sido mejor desertar de ellas: si las pruebo entonces querré mucho, todo el tiempo.

Aceptar la vida tal cual es.

Eso y otras máximas de la recuperación que aún sobrevuelan en mí.

Envidiar, compararme. Ser explosivo y decirle a Dante la verdad sobre Huán, sobre lo tóxico que me parece el apego ansioso que atraviesa, y entonces decírselo a Dante. Y que Dante me diga que proyecto. Sí, tal vez sea mi manera de relacionarme, el apego ansioso. Y tal vez lo envidio a Huán por haber encontrado a otro que le dé cabida a eso. Lo mejor será alejarme. Un tiempo. Alejarme. De todos. Aprender a estar solo. Aunque me duela, aunque aspire a encontrar no sé qué en otra persona. Y odiar a escondidas al resto de los mortales, sobre todo a quienes parecieran más felices. Alejarme y no tener contacto. Expresarlo en estas líneas anónimas. Esconderme como un resentido.

Y luego, aunque sea la elección más difícil intentar –al menos intentar-, sanar ese resentimiento porque sólo me dañará a mí.

Dedicar el domingo a leer. Aunque ya vaya a entrar al chat, a ver si sale algo, a ver si se puedo hablar con alguien.

Y tal vez sea lo que me genera tanta ira, verlos buscando -Huán a Dante, Dante al cigarrillo-, y entonces sí proyectar, porque vivo buscando algo, y ellos lo encuentran o van a por eso.

Y verme solo, tan solo. Y sentir enojo y frustración por eso.

Al final, creo que no debí haber tenido esa sesión con el masajista de ayer, que simplemente por sexo, hubiera podido estar con otro y no pagar.

Author: Anónimo Temporal

Empezaré por un diario de mi propósito de recuperarme del abuso a ciertas sustancias y al sexo. Contaré historias sobre mi vida. Si toda narrativa es ficción, esta es, entonces, la ficción de mis días, la ficción de mi vida.

Leave a Reply

Fill in your details below or click an icon to log in:

WordPress.com Logo

You are commenting using your WordPress.com account. Log Out /  Change )

Facebook photo

You are commenting using your Facebook account. Log Out /  Change )

Connecting to %s

%d bloggers like this: