Volver a escribir. Olvidarme de la psicosis afuera, del miedo y la incertidumbre que han generado con respecto a ese virus y volver a escribir, a saberme un artista. Me han citado para un casting hoy. Pero decidí no ir. No daban indicios de seriedad.
Vino pampeano. Fumamos, cogimos, lo de siempre. Me llamó “tetitas” en un momento. Después, quería que se fuera: no quería cenar con él. Se fue. Fui a por una hamburguesa. No me sentí bien sacándolo de casa. Hoy le mandé un mensaje. “Disculpá que la corté así –le escribí-. Estaba dado vuelta y hoy tenía que despertarme temprano”. Le avisé que dejó acá el lubricante y un preservativo.;
Es cierto que mi cuerpo pierde la forma: debo retomar la rutina de ejercicios. Pero me doy a la marihuana de mala calidad, la comida y el descanso. Quiero irme de viaje nuevamente, ahorraré para eso.
Mantener la calma, la diplomacia, respirar.
*
Debo confesarme ansioso por la situación, un tanto preocupado, con miedo. Es lo único de lo que se habla, la pandemia. Mañana iré por la computadora al trabajo. Y luego vendré a casa, y me encerraré. Los del grupo de teatro decidieron cancelar el reestreno de la obra. Igual es una medida que iba a tomar pronto el gobierno.
Amo mis nuevos cuadros.
*
Pandemia. Trabajo desde casa. Aislamiento social.
*
Pampeano vino a casa anoche. A decir verdad, me gustaba más, por ejemplo, el hombre que vino a instalar las placas antihumedad. He tenido un momento de excitación: me metí al baño y me masturbé mientras el hombre instalaba la placa en la cocina. Que estuvo en Estados Unidos, dijo, que vivió un tiempo allá. El hombre usaba un pantalón deportivo que marcaba todo su miembro, grueso, y luego, cuando subió a la escalera de pie, en mi cocina, yo sólo podía mirar su miembro presionando contra la escalera, la escalera de tijera, su miembro cambiando de tamaño. Me enamoré. Disfruté tenerlo en casa, disfruté estar en la videollamada esa, con los del trabajo, y meter algún bocado, y que él me escuchara (vaya uno a saber si escuchaba) desde la cocina, y yo diciendo cosas “importantes”, diciendo cosas con las que gano dinero. No alardeé, pero sí disfruté que él estuviera ahí, que fuese un trabajador tan lindo, fantaseé con tocarlo. Ojos azules, cara grande, cuerpo fuerte.
Por estos días suelo recordar la temporada en que llegué a Buenos Aires. Ayer y hoy, en especial, desperté en la madrugada, y el ruido de la ciudad, incluso en la noche, además de la lluvia que anuncia el fin del verano, me hace recordar aquella época, hace doce años.
*
Le he dicho a mi jefa que no iré a hacer logística. He decidido confinarme, encerrarme, me han convencido de que lo mejor es el aislamiento social, estoy haciendo cuarentena, incluso antes de que decreten la obligatoria.
*
Cuarentena obligatoria. En el trabajo me preguntaron si podía hacer tareas de logística. Respondí que no. Aunque temo un poco, sospecho que todo estará bien. Mi mayor miedo es que quieran tomar represalias. Pero supongo que por ahora no hay nada que temer.
En el grupo de Whtatsapp del taller de escritura escriben sobre películas, series. La médica venía alarmando sobre lo grave que es la situación. Yo pienso quedarme encerrado. Fumé unas pitadas de marihuana. Intento estar conectado al trabajo. Aunque ahora vine por unos minutos a despejar la mente con unas líneas de escritura.
Pienso si debo proponerme para hacer tareas de logística, debido a la emergencia. Pero después me retrotraigo: no quiero que se vea dañado mi feriado, mi tiempo de descanso y de ocio.
Me pude procurar un departamento cómodo. Y la comida, en caso de que termine, iré comprándola de a poco.
Es viernes. ¿Qué sucederá con todo esto? Yo, contrario a lo que podría pensarse, soy optimista; y creo que esto pasará.
El tipo de arriba camina fuerte, presionando el talón contra el piso; lo detesto.
¿Está mal usar el punto y coma?
Siento que, como no me halagan en el taller de escritura, como estos cuentos que he presentado recientemente, no gustan tanto como otras historias anteriores, no soy tan bienvenido ya.
Pronto, seguramente, escriba otra historia. En ese grupo, las historias mías que más han tenido éxito son las heteronormadas y las de conciencia social.
Para escribir, uso mi máquina personal, vengo al living (la sala dicen el caribe), y me dispongo a unas letras fáciles, a contar mi existencia, la cuarentena obligatoria.
*
Siento que debería hacer algo, que puedo ser útil. Pero no quiero salir de casa, no ahora, no para cosas que no sean estrictamente necesarias. Quiero ser útil desde casa. No quiero salir. Tengo miedo: temo perder mi trabajo y quedarme sin ingresos.
*
Por más que temo que quieran tomar alguna represalia, sé que no lo harán pronto. Y en caso que lo hicieran, entraría a jugar la doble indemnización, por lo menos antes del diez de junio.
Evalué las diferentes alternativas. Todo desde un modo individualista, es verdad. En la reunión virtual en el trabajo repetían frases como “esto muestra el compromiso con la organización”, “gracias por su compromiso”. Pues mi compromiso no pondrá en juego mi salud, así que no saldré a la calle. Lo escribo y lo dudo. Por supuesto que debo abastecerme de alimentos. Pero no puedo ir a hacer esa logística que me piden. Puedo trabajar, sí, desde casa.
*
Ha sido un plácido día de cuarentena obligatoria. Me pregunto si debo salir a tirar la basura, pero tal vez lo haga mañana. Y el lunes, iré a comprar comida.
Aplauden a los trabajadores de la salud y a todos los que siguen saliendo a la calle, para abastecer o cuidar a los demás. Me pregunto si debí haber ido a hacer logística.
En el chat de mi trabajo, suben fotos de logística.
Ve a la logística, te has puesto a pensar ¿cuántas personas conoces que estén con el virus? Yo solo conozco a un chico, lo aislaron y luego le dieron de alta porque dio negativo. También aislaron a una familia entera que dio negativo. Es un virus extraño, a los pueblos casi nos los afecta. Los casos del país que se mencionan son en las ciudadades más grandes. Abrazos, siempre es un placer leerte.
LikeLike
Ese punto y coma está perfecto 😉
LikeLiked by 1 person
🙂
LikeLiked by 1 person
Yo pienso q no tenés q trabajar. Si te echan, bello juicio (me da la sensación de q estás en negro?). O sea si te dan a elegir… x q elegirías ir a exponerte? Por todo lo q leí sobre tu trabajo hasta ahora me da esa sensación y si te preguntan si vas a hacer la logística y no te dan una orden no es lo mismo. Hay empresas q tienen q laburar sí o sí. Si te preguntan, asumo q es xq no es TAN necesario. Además leí algo de q vendés viajes? Nadie va a comprar viajes ahora. En ese sentido dudo de q tu trabajo esté en peligro. Pero bueno, el q mejor sabe sobre cómo es la empresa sos vos. Parece inestable la situación… Si yo fuera vos, tmb estaría muy preocupada. Ojalá no rajen a nadie.
Una amiga tiene q ir a trabajar y bueno, va (de hecho ella está contenta de ir al laburo…).
LikeLike